Me sorprendí, me sigo sorprendiendo del amor húmedo de mis músculos- moluscos, conteniéndome, de su naturaleza acuática y contenedora y como están allí, a veces tensandose profundamente para guardar un dolor, soportando, sosteniéndome.
Y como cuando me permito sentir, soltar, cantar, danzar y dejar que salga lo que no necesito, ellos se reacomodan, se sueltan, pero siguen abrazando, sosteniéndome con sus tejidos, sus telas, su delicioso, sensual y húmedo abrazo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario